Carlos De Luna, el hispano ejecutado que era inocente


Liebman, junto a 12 estudiantes, publicó el resultado de su investigación en el libro ‘Los Tocayos Carlos: Anatomía de una ejecución injusta’, en el que concluye que Carlos De Luna no cometió el crimen por el que lo condenaron, además de asegurar que el verdadero culpable fue otra persona, Carlos Hernández.

Deja tu comentario