Un negocio redondo

Ortiz Tires es una empresa individual surgida hace un año, bajo la dirección de un esforzado hondureño

Buena calidad en llantas usadas es lo que ofrece Henry Ortiz en North Hollywood. Este emprendedor hondureño inició su negocio en el 2011 y ahora cuenta con clientes que llegan a buscarlo desde la distante Newport Beach.

“Yo te doy una llanta en 40 dólares y tiene el 80 por ciento de vida”, explica Ortiz, quien nació en Tegucigalpa y cuenta con 8 años de experiencia en este campo.

Ortiz tenía desde joven el sueño (ahora realizado) de crear su propio negocio.

Llegó a Estados Unidos en 1997. Comenzó su recorrido como ayudante en una llantera. Su tarea era quitar y llevar las llantas a las máquinas, donde otros empleados las desmontaban.

Dos meses mas tarde, le llegó la oportunidad de su vida. “Mi patrón me preguntó: ‘No vino Chava, ¿puedes sustituirlo?’ ‘Sí’, le dije. ‘¿Quién te enseñó a hacer las máquinas?’. ‘Yo sólo’, le respondí”, rememora.

Estuvo dos años en su primer empleo, y luego pasó a otros dos negocios de llantas antes de abrir el suyo a mediados de 2011.

Negocio propio

Ortiz Tires contó con un presupuesto inicial de 16,000 dólares, que fue posible gracias al apoyo incondicional de su esposa Alice Melo, una uruguaya con quien ha procreado a Allison Yarethzy, de un año de edad.

“Estoy feliz porque ahora tengo 1,100 llantas”, revela Ortiz, quien comenzó con 200. “Lo que hago es llenarme de llantas porque no quiero que ningún cliente se me vaya. Tengo clientes que vienen desde bien lejos”, asegura.

El negocio cuenta con equipo de avanzada tecnología: dos desmontadoras de llantas y una balanceadora, así como máquinas hidraúlicas y manuales que sirven para levantar los autos.

“El carro alemán es el más problemático; y como los Land Rover, Mercedes Benz y Lincoln traen suspensión de aire, tengo que usar el gato hidraúlico para cambiar las llantas ”, afirma.

Ortiz compra las llantas que tienen de 50 a 80 por ciento de vida. “De ser nueva, la llanta que te doy en 40 dólares fácilmente te costaría 160”, explica. En la zona donde se ubica su local, Ortiz Tires es el único negocio de procedencia latina.

Aparte de su trabajo, Ortiz disfruta de la lectura y le encanta el fútbol; pero lo que más le apasiona es el trato con la gente, lo que ha sido útil en su negocio. Eso se refleja en los clientes de origen armenio, filipino, ruso, judío y brasileño, entre otros, que lo visitan con frecuencia.

“A mí siempre me ha gustado dialogar, ser bien social, hacer amigos; y la llantera me da la oportunidad de trabajar con gente de diferentes razas. Los clientes se van satisfechos por el servicio y la mercancía que les doy”, puntualiza.

Ortiz anima a todos los que desean emprender un negocio a que no se detengan. “Yo me decía: ’Pucha, qué tal si llego a los 50 años y no he puesto el mío’”, afirma.

“Les aconsejo que lo pongan. Es necesario saber lo que van a hacer y tener un buen respaldo en sus casas. Mi esposa ha sido un pilar fundamental en esto”, manifiesta este llantero, seguidor del equipo de futbol Olimpia y fanático de las “baleadas”, platillo típico de Honduras.

Cita

“A mí siempre me ha gustado dialogar, ser bien social, hacer amigos; y la llantera me da la oportunidad de trabajar con gente de diferentes razas. Los clientes se van satisfechos por el servicio y la mercancía que les doy”.

Henry Ortiz, propietario de llantera

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